Desde 2019, Colombia ha desplegado miles de sus tropas para hacer frente a la creciente crisis de deforestación del país andino. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia firmaron un tratado de paz en 2016 y, con su desmovilización, las remotas tierras que antes gobernaban, y donde antes restringían la deforestación, se han abierto a nuevos y viejos grupos criminales que trabajan en conjunto con los grandes terratenientes.
Poco después, las tasas de deforestación se dispararon. En pocos años, han desaparecido franjas enteras de bosque. Miles de hectáreas de la Amazonia, un sumidero de carbono clave, han sido consumidas por las llamas. Hoy, incluso un parque nacional está a punto de desaparecer. Ante esta desalentadora crisis, el presidente colombiano Iván Duque ha respondido con la fuerza militar, lanzando la Operación Artemisa en 2019. Pero, ¿cómo funciona esta estrategia, qué tan efectiva es y quiénes son los individuos a los que se dirigen estas operaciones?
En este proyecto, Al Jazeera English analiza la militarización de los esfuerzos de Colombia contra la deforestación y por qué esta estrategia invoca un motivo especial de preocupación en un país ya marcado por el conflicto armado.