DONDE REPORTAMOS


Traducir página con Google

Historia Publication logo Octubre 18, 2021

Amazonas a la sombra de la pandemia: La ruta minera

Autores:
three children sitting in a canoe on a river with forest in the background
Español

Durante la pandemia del Covid-19, la minería ha ganado terreno en el Amazonas venezolano. Las...

author #1 image author #2 image
Varios Autores
SECTIONS

Image by Dixon Dacosta. Venezuela, 2021.

Amazonas a la sombra de la pandemia es un reportaje en formato podcast, de cuatro episodios, que explica los riesgos ambientales de la minería ilegal y agrupa historias de personas afectadas por enfermedades que siguen presentes en tiempos de coronavirus.

Este episodio reúne voces de especialistas y testigos que cuentan cómo es la ruta minera en medio de la pandemia por el covid-19.

El impacto no es solo en el ambiente sino también en la salud de las personas que trabajan en las minas o que viven en sus cercanías. El río Orinoco que rodea al Parque Nacional Yapacana es la vía que extiende la contaminación que genera esta extracción de oro no controlada. 

Emilio será el hilo conductor de una historia que revela cómo la amebiasis es otra de las enfermedades del Amazonas venezolano que ha sido opacada por la pandemia.


As a nonprofit journalism organization, we depend on your support to fund journalism covering underreported issues around the world. Donate any amount today to become a Pulitzer Center Champion and receive exclusive benefits!



Image by Dixon Dacosta. Venezuela, 2021.

Transcripción: La ruta minera 

Luis Betancourt

En el estado Amazonas existe un decreto que habla específicamente de la prohibición de la minería en el estado Amazonas. Me refiero al decreto 269 que fue dictado en el año 1989.

Héctor Escandel 

Ese contingente de población que está localizado en el parque, trabajando en las distintas minas del parque, pues si la comparamos con el resto de los centros poblados del estado, se convertiría en el segundo centro poblado después de Puerto Ayacucho.

Marvin Yavinape 

La gente va mayormente porque necesita algo, debido a la situación país que estamos viviendo hoy, pero eso es algo horrible. El que va debe encomendarse al Señor para ver si puede regresar.

Emilio

Fue bastante doloroso, tanto para mí como para mi esposa, la familia, ver a mi hija con tantos yelcos, lloradera, la fiebre, la tensión (…) fue tremendo vivir esa situación y ver otros familiares que, en medio de la pandemia, se escuchaba en el hospital que los que estaban muriendo era solo de covid-19.

Narrador

Han pasado 18 meses desde que en marzo de 2020 se declaró la pandemia en Venezuela. Desde ese momento, las autoridades han centrado su atención en hacerle frente al virus de covid-19, solapando otros problemas que afectan a las regiones. Así es como la minería ilegal en el estado Amazonas ha ido ganando más terreno, generando una importante destrucción del ecosistema y una incidencia negativa en la salud de la gente que allí habita.

De acuerdo con investigaciones de organizaciones de defensa ambiental, como SOS Orinoco, existen más de 2.000 mineros operando dentro del Parque Nacional Yapacana. Y en ese terreno o en las zonas cercanas, las personas se han enfermado de paludismo, amebiasis, daños en la piel, entre otras patologías.

Este episodio La ruta minera forma parte del seriado Amazonas a la sombra de la pandemiaproducido con el apoyo de Rainforest Journalism Fund en colaboración con el Pulitzer Center. 

Emilio

Recuerdo que, para el año pasado, en este mismo mes, ya se va a cumplir un año de lo que padeció mi hija, de lo que es la amebiasis. El año pasado después de unos días que mi hija presentaba una pequeña diarrea común como tal, luego de no haber sido tratada en el ambulatorio, pasó a otra dimensión.

Después de cuatro, cinco días y ver a mi hija día y noche haciendo diarrea más rápido, sin descansar cinco minutos, mi preocupación fue más urgente. Le dije a mi esposa: “Tenemos que irnos, aquí no estamos haciendo nada, hay que buscar otra solución”.

Narradora

Él es el padre de una niña que padeció de amebiasis en la Isla del Carmen de Ratón, en el municipio Autana del estado Amazonas, Venezuela. Esta localidad queda a unos 10 minutos en lancha del Puerto de Morganito, de donde salen la mayoría de las embarcaciones hacia las minas del Yapacana. También se ha convertido en un punto de confluencia de las personas que van o vienen de la zona minera. 

Emilio, a quien llamaremos así para resguardar su identidad, narró el temor que experimentó cuando en agosto de 2020, su hija de cuatro años se enfermó en Isla Ratón, quien por poco muere debido a las deficiencias del ambulatorio de esta comunidad. Para salir de allí se debe tomar una embarcación y navegar por 10 minutos y luego tomar un vehículo para rodar por dos horas en carretera hasta Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas. 

Emilio 

En medio de esta pandemia, a pesar del miedo que en Ayacucho hay, en el hospital hay, llevar a mi hija en esta situación fue tremendo. Por la gloria de Dios nos sanamos o nos morimos, pero ver a mi hija en esa situación dije: “Tengo que irme para allá así sea con tres tapabocas, pero me voy”. Yo pensaba junto a mi esposa: “Ni por un instante nos quitamos el tapabocas”.

Le doy gracias al Señor, que él abrió las puertas para los médicos. Ahorita la situación como está, es muy difícil viajar, pero ver a mi hija así me hizo decirle a mi esposa que no teníamos nada necesario aquí, porque la niña ya casi que se nos va.

Narradora

La amebiasis es una infección parasitaria que se trasmite por agua o comida contaminada. De allí que el investigador ambiental Héctor Escandel ha sido tan insistente en denunciar que el daño al ecosistema por la extracción minera no se queda solo en las faldas del Parque Nacional Yapacana, sino que se va diseminando en todo Amazonas, un estado rodeado de agua. 

Héctor Escandel 

Sabemos que se viene trabajando con mercurio desde el inicio. El mercurio se incorpora a la naturaleza por diversas vías, una de ellas es a través de los peces, por ejemplo, y los peces se mueren, migran, el agua también se mueve. Consecuentemente el impacto ambiental, digamos las condiciones ecológicas no es un impacto que se ha localizado en el sitio, sino que se va dispersando a través del territorio. La gente también entra y sale, la gente puede eventualmente llevarse parte del problema de la contaminación hacia otras localidades. 

Por acción u omisión el Estado ha permitido que eso suceda, no ha sido capaz de ponerle orden una vez que se instaura la conciencia, el pensamiento en torno a entender el oro, la minería o la actividad básica para gestar, entre comillas, el desarrollo, pues es bien difícil que cambien las circunstancias. Creo que, en este momento, por ejemplo, decir que vamos a erradicar la minería en estas condiciones, creo que es imposible. 

Narrador 

Esto sucede bajo el incumplimiento de los diversos acuerdos internacionales o instrumentos legales nacionales que protegen la Amazonía venezolana. 

En relación a este punto, el coordinador del Grupo de Investigaciones de la Amazonía (Griam), Luis Betancourt, explicó: 

Luis Betancourt 

La Constitución nacional, y las demás leyes que derivan de ella en materia ambiental, son los únicos instrumentos demandantes hacia el Estado venezolano cuando tenga incumplimiento en cuanto a las normas de protección ambiental.

Los instrumentos internacionales lamentablemente no prevén sanciones punitivas, sino sanciones morales y políticas. Entonces, sí existen sanciones, por supuesto, las sanciones que impone la legislación nacional, pero también las sanciones políticas y morales que disponen los demás instrumentos internacionales que protegen toda la región amazónica de Suramérica y por supuesto de Venezuela. 

El convenio de Minamata es un convenio que regula la comercialización, la tenencia, la utilización del mercurio para actividades de minería. Venezuela inicialmente fue suscribiente de ese acuerdo, pero en los últimos años, al menos desde hace cuatro o cinco años, no ha ratificado ese convenio. Entonces significa que no tenemos un instrumento legal, sólido como este convenio de Minamata para la prohibición del mercurio en actividades de minería, que es sumamente grave. Es uno de los factores más graves de contaminación del río Orinoco y de todos sus afluentes, pero más grave aún, de todos los peces y personas que consumen esos peces, que tienen indiscutiblemente trazas de mercurio en sus organismos.

Narrador 

Cuando Emilio preguntó a los médicos qué podría haber causado la amebiasis a su hija, ellos respondieron que pudo haber sido el pescado o el agua.

Emilio

Decían que tal vez podría ser un crudo, una escama y se lo haya metido a la boca o puede ser que nosotros no estamos hirviendo el agua y hay un parásito porque en la prueba de heces ella salió con parásitos, esos son los resultados o diagnósticos que posiblemente se asemejan a la enfermedad que padecía mi hija. Nos decían que era como un virus que ella tiene ahí que hay que matarlo.

Narrador 

El Convenio de Minamata es solo uno de los acuerdos internacionales de los que Venezuela se ha retirado o ha disminuido su participación en la protección de la Amazonía, según prosiguió el investigador Luis Betancourt.

Luis Betancourt 

Venezuela, en los últimos años, en las últimas dos décadas no ha tenido mayor interés, mayor incidencia, en cuanto a todo el contenido que tiene el Tratado de Cooperación Amazónica, siendo distinto el caso de los otros ocho países amazónicos que sí han tenido participación. Es un instrumento creado donde estos países se unen para buscar soluciones a la gestión territorial de estas regiones amazónicas, es decir, en momentos de conflictos territoriales, de conflictos ambientales.

El Pacto de Leticia, celebrado en Colombia, lamentablemente por conflictos políticos entre Venezuela y los demás países firmantes, Venezuela no formó parte de este pacto, pero es una instancia que sirve también como articulación de todos los países amazónicos a la hora de protección ambiental de este bioma tan importante del país, del mundo.

Narradora

En medio de esta inacción del Estado venezolano no solo el ecosistema natural se está afectando, sino también la salud de los pobladores de Amazonas, quienes cada vez más ven en las minas una salvación económica, sin importar los riesgos a los que se exponen. 

Marvin Yavinape, enfermero del ambulatorio de Isla del Carmen de Ratón, en el municipio Autana, indicó que hasta esa zona los ha alcanzado los males de la minería.  

Marvin Yavinape 

Aquí en la población hay casos, pero muy pocos en el ambulatorio central, la mayoría son de las comunidades adyacentes que vienen y también de las minas han llegado casos. Hace como uno o dos años atrás hubo un fallecimiento de un menor a causa de que no se contó con el tratamiento, una prueba rápida no había, pero nosotros hicimos lo que pudimos y se constató que padecía un paludismo vivax. 

Era nativo de aquí, creció aquí, pero se trasladó a las minas y allá fue donde recibió el paludismo.

-¿Tienen los recursos para hacer las pruebas de paludismo?

Gracias a Dios se ha implementado la prueba rápida, porque a veces el método del microscopio no tiene lámina, no hay coloración, no hay luz y ese era el detalle. Gracias a Dios llegó ese método y nos ha dado esa factibilidad para realizar esa prueba inmediata.

Narrador 

En esta ruta minera pasamos del municipio Autana para encontrarnos con el municipio Atabapo, donde se encuentra el Yapacana, centro de la explotación minera en el estado Amazonas, Venezuela. 

En el municipio Atabapo, el primer caso de covid-19 fue detectado el 1º de septiembre de 2020. Esto según el anuncio hecho por la comisión presidencial para el control y prevención de la pandemia y confirmado por el gobernador del estado Amazonas, Miguel Rodríguez. 

La autoridad regional ofreció información detallada de los casos por cada uno de los siete municipios del estado Amazonas, desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, el 26 de octubre de 2020 dejó de hacerlo.  

Miguel Rodríguez 

Dejamos de publicarlas por dos razones, porque la cifra es una sola, la cifra nacional; no son dos cifras (…) y empezó a haber una inconsistencia, porque nos daban casos por ocurrencia; es decir, los casos en una pandemia, por el lugar donde ocurrió o por la procedencia de la persona. Entonces nos empezaron a colocar casos de Amazonas por amazonenses que estaban en Apure, en Caracas, pero que no estaban aquí; es decir, sí eran amazonenses, pero no habían ocurrido aquí. Entonces por eso ustedes veían que yo a veces decía una cosa y ellos decían otra, porque sí nos colocaron y nos estaban colocando amazonenses que a lo mejor no dieron bien la dirección cuando le hicieron la ficha, y la cosa, pero que por ocurrencia no habían ocurrido acá en Puerto Ayacucho o en nuestro estado. Entonces ahí ustedes veían una incongruencia y por eso dijimos: “Vamos a quedarnos con los datos nacionales, porque no podemos estar diciéndole nosotros a los epidemiólogos nacionales no, no coloquen eso”.

Narrador 

Del lado colombiano, en Puerto Inírida, capital del departamento de Guainía, se ha mantenido la divulgación de la información sobre el covid-19. Hasta el mes de agosto de 2021 se contabilizaron 2.271 casos positivos. 

Estas no son las únicas cifras que preocupan a los habitantes del estado Amazonas, sino también de otras enfermedades, como las metaxénicas. Sobre ellas detalló el inspector de Salud Ambiental de Amazonas, José Payema.  

José Payema 

Desde que arrancó la pandemia se llevaba una disminución de casos con relación al 2019.

-¿En el 2019 eran cuántos?

Teníamos 6.415. Cuando comenzó la pandemia 5.448, fueron disminuyendo los casos a medida que no hubo la vigilancia epidemiológica que es la que nos da la medida de la enfermedad.

-Cuando hablamos de vigilancia epidemiológica, ¿a qué nos referimos?

A la búsqueda activa de casos. La búsqueda pasiva que es la cantidad de personas que acuden a los ambulatorios y hospitales y la búsqueda activa es la que hace el personal de salud ambiental en busca de personas febriles. Cuando no se hace esa vigilancia como es debido, no hay un registro verdadero de la situación de la enfermedad.

Narrador 

Todas estas circunstancias de salud se dan en el contexto de la explotación minera en el Parque Nacional Yapacana, que ha generado tres impactos: el ambiental, el sociocultural y el de salud. Así lo resume el investigador Héctor Escandel.

Héctor Escandel 

Sin duda el efecto en la salud es probablemente el primero que pesa, antes que el minero recoja el oro ya se ha enfermado. Hay que entender que en el ecosistema del bosque tropical existen infinitas formas de vida, entre ellas algunas patógenas que probablemente pueden afectar la salud y mientras usted no tumba la selva, ellos están allí, no necesitan otra cosa. Cuando usted tumba la selva, usted le está también tumbando la forma de ellos poder progresar, de que ellos puedan alimentarse y a quien buscan es al humano que está allí. 

Por ejemplo, con patógenos que son típicos de esta región, como la malaria, pues bueno van a proliferar. De hecho, el poco estudio que hay, indica que la zona minera son zonas, son núcleos palúdicos. 

La gente se mueve, la gente con paludismo sale de la mina, viene a Puerto Ayacucho, por ejemplo, a recuperarse, y trae la enfermedad.

Narrador 

En la divulgación de este episodio nos acompañan el medio nacional El Diario y la emisora local Raudal Estéreo.

Coordinación general: Madelen Simó Sulbarán.

Edición de textos y diseño gráfico: Equipo de El Diario.

Reportería y Locución: Madelen Simó Sulbarán y Kisme Evaristo. 

Composición fotográfica: Lucy Gualdron.

Montaje y posproducción de audio: Carlos Romero. 

Los invitamos a escuchar las otras historias de este seriado Amazonas a la sombra de la pandemia, un trabajo que reúne voces de quienes se han enfermado en medio de la extracción minera, en el contexto del covid-19.